jueves, 21 de junio de 2018
Los científicos alertan que el Everest se ha convertido en un gran vertedero de basura
La montaña más alta del mundo es también el basurero de mayor altitud del planeta, gracias a los turistas de "altura" que dejan a su paso una estela de desperdicios.
Desde que el explorador Sir Edmund Hillary alcanzó el pico del Everest de 8.848 metros -conocido como Chomolungma en el Tíbet y Sagarmatha en Nepal- en el año 1953, miles de personas que buscaban emociones fuertes han intentado su ascensión. Pero todo lo que sube no siempre vuelve a bajar y el Everest se está convirtiendo en un vertedero.
Sólo en el año 2017, alpinistas de Nepal recogieron casi 25 toneladas de basura y 15 toneladas de desechos humanos (equivalente a tres autobuses de dos pisos llenos), según un informe de Science Alert, que recoge la agencia AFP.
El problema no es como el de los cadáveres de los excursionistas muertos, que a menudo están en localizaciones demasiado precarias para ser recuperados de forma segura. La verdadera difiultad radica en los cientos de turistas que cada año montan sus campamentos en accesos relativamente fáciles y cuando se marchan dejan atrás tiendas de campaña, equipo de escalada rotos, bombonas de gas vacías y una gran cantidad de excrementos.
.La preocupación empieza a ser mayor y las autoridades locales buscan métodos eficaces para resolver el problema, que ya es "alarmante".
Pemba Dorje, el sherpa nepalés que ha coronado 18 veces el Everest explica a AFP que "es repugnante, una monstruosidad. La montaña acumula toneladas de desechos".
Tanto el Tíbet como Nepal han implementado sistemas para tratar de alentar a los escaladores a reducir sus desechos. El Tíbet sanciona a los alpinistas con 100 dólares por kilogramo que dejan atrás, y Nepal cobra un depósito de 4.000 dólares por expedición que se reembolsa si cada miembro baja al menos 8 kilogramos de basura.
En el lado de Nepal, el resultado de la campaña para mantener limpia la montaña fue que los escaladores devolvieron 25 toneladas de basura y 15 toneladas de excrementos, pero eso es solo una pequeña porción de la basura en la montaña; el problema es que muchos turistas ya están pagando hasta 100.000 dólares para poder subir al Everest y simplemente no les importa el depósito o la sanción.
Sólo la mitad de los alpinistas recupera las cantidades de residuos exigidas, según el Sagarmatha Pollution Control Committee (SPCC).
Según un informe de 2016, los sherpas locales eliminan 11.793 kg de heces humanas de la montaña cada temporada, arrojándolas en trincheras en un pueblo cercano. Esto se convierte en un pozo de podredumbre con el que los lugareños tienen que convivir y durante la temporada de los monzones, tiñe las aguas del río.
Los defensores del Medio Ambiente buscan soluciones a estos problemas y los ingenieros han propuesto convertir los pozos de desechos en una planta de biogás que transforme los residuos en combustible renovable. Mientras, los grupos locales están trabajando para limpiar la montaña.
La limpieza del Everest en China redujo 8,5 toneladas de residuos entre abril y junio de este año, y el Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha ha estado operando en el lado de Nepal desde 1991, implementando programas para mantener la montaña limpia.
Lo mejor sería que los excursionistas asumieran de forma individual la parte que les toca cada vez que tratan de ascender la montaña. Mientras no sea así, el Everest seguirá siendo el basurero de mayor altitud del planeta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario