Para una nación, como Gran Bretaña, llena de amantes de los animales, se estaba ante uno de los monstruos más fascinantes de la era moderna.
Mientras tanto el número de víctimas crecía. El operativo para dar con el asesino cobró nombre:
"Operación Takahe", y los defensores de los animales llegaron a ofrecer una recompensa de 10 mil libras esterlinas por información que llevara al delincuente.
La falta de un culpable hizo que comenzaran a crecer todo tipo de especulaciones. Por ejemplo, que a los gatos se los mataba para rituales satánicos. Y luego lo peor: que el asesino podría volcarse a matar gente.
La policía británica investigó durante tres años la misteriosa muerte de unos 400 gatos en Londres, y acabó concluyendo que el culpable no es un macabro asesino en serie, o al menos no uno humano, sino depredadores, posiblemente zorros.
Los restos mutilados de cientos de gatos y otros pequeños animales, como conejos, fueron hallados en el barrio de Croydon y otras zonas cercanas del sur de la capital británica desde 2015.
Para entonces el asesino serial ya era el "Jack el destripador de los gatos".
Los vecinos horrorizados habían acusado a un misterioso personaje, al estilo Jack el Destripador. Fue apodado el "asesino de gatos de Croydon" y se creía que disfrutaba descuartizando a los animales y dejando sus restos cerca de las escuelas o las casas de sus amos.
Un refugio de mascotas llamado Snarl había llegado incluso a publicar el perfil del sospechoso: un hombre blanco de unos 40 años y 1,8 metros de altura.
Pero la policía de Londres aseguró que los culpables muy probablemente no eran humanos.
los expertos examinaron 25 gatos muertos y seis de las muertes fueron clasificadas como sospechosas. La policía dijo: "La causa de la muerte fue un trauma de fuerza contundente, como colisiones con vehículos. Se descubrió que las mutilaciones ocurrieron después de la muerte, y se pensó que algunas de ellas habían sido causadas por un instrumento afilado ".
La introducción del instrumento afilado levantó aún más los sospechas de que una persona estaba detrás de los hechos.
Fue a través de imágenes de cámaras de seguridad o CCTV.
Una mujer en el norte de Londres, después de encontrar el cuerpo mutilado de un gato en su jardín, revisó las cámaras de seguridad y vio a un zorro llevarse la cabeza del gato.
"Tras un examen minucioso de las pruebas disponibles, los agentes, que trabajan con expertos, concluyeron que cientos de mutilaciones de gatos señaladas en Croydon u otros lugares no fueron la obra de un humano y son aparentemente el resultado de depredadores o carroñeros salvajes", afirmó la policía metropolitana.
Los investigadores explicaron así que el descubrimiento de una cabeza de gato en el zona de juegos de una escuela tenía una explicación totalmente inocente: "Las cámaras de seguridad mostraron que un zorro llevó la cabeza al parque infantil".
También se atribuyó a los zorros el caso de un gato sin cabeza ni cola que fue hallado por una mujer cerca de su casa y el de otro cuya cabeza apareció en el jardín de otra persona.
En junio de 2017, se encontró la cabeza de un gato en un patio de una escuela en Catford. Las cámaras mostraron a un zorro llevando la cabeza al patio de recreos. En julio de 2017, un testigo encontró el cuerpo de un gato sin cabeza ni cola junto a su propiedad. Sospechando que el gato había sido colocado allí, revisó las cámaras y vio a un zorro soltar al gato en la posición en la que luego lo encontró .
Y, como siempre, cada fascinante historia de crimen necesita un "cerebrito", un experto, que termina de cerrar el misterio. Y en este cuento fue Henny Martineau, el jefe de patología forense veterinaria en el Royal Veterinary College. En junio de 2018 examinó tres gatos y dos conejos y encontró en los cadáveres muestras de ADN de... ¡zorro!
La policía agregó que hace 20 años se dio una ola similar de mutilaciones de felinos en Reino Unido que fue atribuida a los zorros. Según la Universidad de Bristol, unos 33 mil zorros viven en zonas urbanas del país.
Desde entonces el dedo acusador señaló a un cruel asesino "el zorro".
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